10 DE MARZO 40 MÁRTIRES DE
SEBASTE
En el año 313, el emperador Constantino promulgó el Edicto de Milán, por el que se permitía la libertad de culto religioso en el Imperio. Esto permitía por fin a los cristianos una vida distinta a las épocas de persecución y pudieran celebrar su fe.S
Sinembargo, en el año 320, en Oriente ostentaba el poder fáctico Licinio, cuñado de Constantino, con fama de astuto y perverso. Licinio afirmó que acataría el documento de Constantino, pero en la práctica no permitió el culto cristiano.
Licinio publicó un decreto
ordenando que los cristianos que no renegaron de su fe serían condenados a
muerte. Cuando el gobernador de Sebaste (en Turquía) leyó en público el decreto
del emperador, 40 soldados declararon que ellos no ofrecerían incienso a los
ídolos y que se proponían ser fieles a Jesucristo hasta la muerte.
El gobernador les anunció que si
no renegaban de la religión de Cristo, sufrirían grandes tormentos y que si
quemaban incienso a los ídolos recibirían grandes premios. Pero ellos
declararon valientemente que todos los tormentos del mundo no conseguirían
apartarles del verdadero Dios.
Los soldados prefirieron la
muerte antes que negar a Jesús como Dios, Sin embargo, se cuenta que uno de
ellos, viendo que iba a morir, se decidió cambiar de opinión y salió del lago.
Uno de los soldados no cristianos
que vigilaba y observaba la escena, quedó conmovido al ver el heroísmo de
aquellos hombres. Al presenciar la huida del aquel soldado acobardado por el
temor, Dios tocó su corazón y le hizo entrar en el lago para sustituirlo, mientras
tanto los soldados rezaban en voz alta: “Cuarenta, Señor, bajamos al estadio; haz
que los cuarenta seamos coronados”.
Así pues, en el último momento,
la conversión del corazón hizo que el soldado no cristiano muriera con el
bautismo de sangre (la de su muerte siendo mártir).
A los 40 mártires los sepultaron
en el Ponto (en la actual Turquía) y enseguida se extendió su culto entre los
cristianos. Como ocurrió otras veces y había escrito Tertuliano un siglo antes,
la sangre de los mártires se convirtió en semilla de nuevos cristianos.
Realmente es impresionante
observar como Dios utiliza todo aquello que podemos llamar desgracia
humanamente hablando para algo bueno y transcendental, Dios es bueno y ha
demostrado que hasta en el último momento del suspiro humano su santo Espíritu actúa
en el corazón del hombre y su conversión.
Te dejo el siguiente video para
ilustrarte mas.
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