SANTIDAD: REFLEXIONES


Para meditar personalmente

• Imagina que escribieras una autobiografía que se titulara “La vida de san X”, que incluyera tus datos de nacimiento, familia y cómo ha sido tu vida hasta el día de hoy. Imagina qué escribieras en ella cómo sería tu vida de aquí en adelante, el momento en que empezaste a trabajar por ser santo, poniendo todo lo que te gustaría hacer por el mundo y por las almas. ¿Te das cuenta de lo maravilloso que sería hacer realidad esa biografía y de que algo dentro de ti te dice que puede ser posible?

• ¿Cómo elaborarías un plan de vida para combatir tu defecto dominante? Podrías escribir en él el nombre de tu defecto, sus principales manifestaciones, las metas que quieres conseguir a corto plazo y unos cuantos medios concretos para conseguirlas.

• ¿Qué impresión tiene la gente acerca de los santos cuando ve las estatuas en las iglesias o cuando lee sus biografías? Después de leer este artículo, ¿tú que opinas de los santos?

Ideas para Recordar

• Los santos han sido hombres y mujeres con las mismas debilidades que cualquiera de nosotros. La única diferencia es que ellos han puesto esas debilidades en las manos de Dios.

• Por muy extraño que parezca, cada uno de nosotros está llamado a ser santo ahí donde Dios lo ha puesto.

• La santidad es el mejor negocio en el que podemos invertir, pues nos garantiza la felicidad, no para un día ni un año, sino para toda la eternidad.

• Para ser santos encontraremos muchos obstáculos que debemos vencer: nuestra pasión dominante, el desánimo, el agobio, el pesimismo, la rutina, el “aborregamiento” y las omisiones.

• Los mejores medios para alcanzar la santidad son la lucha continua, la oración y los sacramentos.

Decisiones

En ti está la decisión de cambiar y ser santo; para ayudarte, aquí te proponemos algunas líneas de acción:

• Pondré en práctica mi plan de vida para que no se quede en un papel, recordando siempre la frase que dice: “el infierno está lleno de gente con buenos propósitos”.

• Empezaré a ser santo el día de hoy haciendo las cosas ordinarias extraordinariamente bien.

 


RECUERDA DTA-Dios Te Ama
 
 
 
 

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