EL OTOÑO Y LA CREACIÓN: REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA CATÓLICA

Hoy sábado 23 de septiembre, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional a las 00:50 horas llega el otoño en este 2023. Y por esta razón he decidido realizar esta reflexión.

El otoño, una estación de transición y cambio, nos invita a reflexionar sobre la belleza de la creación y la sabiduría divina que se encuentra en cada detalle de la naturaleza.

El otoño es una estación del año que evoca una sensación única de transición. A medida que los días se acortan y las hojas cambian de color, la naturaleza misma parece recordarnos que todo en la creación está en constante movimiento y transformación. Desde una perspectiva católica, el otoño ofrece valiosas oportunidades para reflexionar sobre la relación entre Dios, la creación y la sabiduría divina. En este artículo, exploraremos las reflexiones desde la perspectiva católica sobre el otoño, basándonos en el magisterio de la Iglesia Católica y las enseñanzas de los santos.

 

EL OTOÑO Y EL PLAN DIVINO DE LA CREACIÓN

 

La creación es un regalo divino que revela la sabiduría y el amor de Dios. En el libro del Génesis, leemos cómo Dios creó los cielos, la tierra y todo lo que contiene, y vio que era bueno.¹ Cada estación del año, incluido el otoño, es parte de este asombroso plan divino de la creación.


El Papa Francisco, en su encíclica "Laudato Si'", subraya la importancia de cuidar y respetar la creación como una responsabilidad moral y espiritual. Afirma que "la creación es el reflejo de un Dios que habla y se comunica con nosotros a través de lo que ha creado".² Desde esta perspectiva, el otoño se convierte en un recordatorio de la belleza y la sabiduría divina que se encuentran en cada aspecto de la naturaleza.

 
LA TEMPORALIDAD Y LA ETERNIDAD EN EL OTOÑO

 

El otoño también nos recuerda la temporalidad de la vida en la tierra y la promesa de la vida eterna. A medida que las hojas caen y los paisajes cambian, vemos la fugacidad de la belleza terrenal. Sin embargo, esta transitoriedad nos impulsa a mirar más allá de lo efímero y a contemplar la eternidad.

San Agustín, un destacado santo y teólogo de la Iglesia, escribió sobre la relación entre el tiempo y la eternidad. En sus "Confesiones", afirmó que "toda la vida del hombre es una única pregunta sobre la eternidad".³ El otoño, con su recordatorio de la temporalidad, puede ser un momento propicio para hacer esa pregunta y reflexionar sobre nuestro destino eterno en Dios.

 

EL OTOÑO COMO METÁFORA DE CONVERSIÓN

 

El proceso de cambio en el otoño, cuando los árboles dejan caer sus hojas para prepararse para el invierno, puede ser visto como una metáfora de la conversión y la renovación espiritual. Al igual que los árboles que dejan atrás lo viejo para dar paso a lo nuevo, los católicos son llamados a dejar atrás el pecado y abrazar la gracia de Dios.

San Pablo, en su carta a los Romanos, invita a los creyentes a no conformarse con este mundo, sino a ser transformados por la renovación de la mente.⁴ El otoño puede servir como recordatorio de esta necesidad de renovación espiritual y conversión.

 

LA GRATITUD EN EL OTOÑO

 

El otoño nos invita a la gratitud por las bendiciones recibidas. A medida que cosechamos los frutos de la temporada y nos preparamos para el invierno, podemos recordar las palabras del Salmo 95: "Entremos con acción de gracias en su presencia; aclamémosle con cantos".⁵

La gratitud es una virtud fundamental en la tradición católica. El Papa Francisco, en su encíclica "Fratelli Tutti", habla sobre la importancia de la gratitud en la vida social y comunitaria.⁶ Al mirar el otoño y su abundancia de cosechas, podemos cultivar un corazón agradecido por las bendiciones de Dios.

En conclusión, el otoño, con su belleza efímera y cambios en la naturaleza, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la creación, la temporalidad, la conversión, la gratitud y la sabiduría divina desde una perspectiva católica. A través del magisterio de la Iglesia y las enseñanzas de los santos, podemos encontrar significado espiritual en esta estación de transición y renovación.



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Notas al pie:

  1. Génesis 1:31.
  2. Papa Francisco, "Laudato Si'" (Encíclica sobre el Cuidado de la Casa Común), 24 de mayo de 2015, párrafo 12.
  3. San Agustín, "Confesiones," Libro XI, Capítulo XIV.
  4. Romanos 12:2.
  5. Salmo 95:2.
  6. Papa Francisco, "Fratelli Tutti" (Encíclica sobre la Fraternidad y la Amistad Social), 3 de octubre de 2020, párrafo 217.

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