Que tal mi amado hermano, en esta ocasión comparto contigo un tema dedicado especialmente para los matrimonios, cuando a veces sentimos que se nos acaban las fuerzas en nuestro matrimonio, cuando sentimos que estamos a punto del divorcio, hay que tomar un respiro profundo y elevar los ojos al cielo, pues Dios es el único que puede solucionar nuestros problemas, siempre de su mano podemos ver la luz al final del túnel, pero para ello se requiere un cambio, un verdadero compromiso con nosotros mismos para con lo demás, aceptar nuestros errores y fallos es el primer paso del cambio y muy posiblemente de un mejor matrimonio.
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